jueves, 21 de junio de 2007

El deber del siervo


Es común encontrar personas que piensan que Dios debe estar agradecido con ellos por las cosas que hacen en la iglesia. Por ejemplo, están los que cuentan sus asistencias los domingos como favores que luego le deberán ser pagados a través de respuestas afirmativas a sus peticiones sobre salud, dinero y amor. Están los que echan un sol en el plato esperando recibir 10,000 veces más en sus propios bolsillos. Están los que predican un sermón una tarde y luego desobedecen el resto de la semana.

La Biblia dice:



Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decir: "Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos"
(Mateo 17:10)



Nunca es tarde para pensar en quién, realmente, debería ser el agradecido.

Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta


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