martes, 3 de mayo de 2011

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” 1Pedro 2:21



Antes de entrar a clase, por la tarde, recibí una llamada por parte de uno de mis grandes mentores, amigos y hermanos en la fe. Me invitaba a una graduación de la que yo iba a ser parte. Y vaya! recién me enteraba! Pues para variar, estaba tan inmiscuida en mi trabajo que arduamente hacia caso a cualquier otra cosa que proviniese de fuera. Sin embargo, estando ahí, en plena ceremonia, pude ver que el Señor aun no ha acabado conmigo y que desea que direccione mis pisadas.

domingo, 24 de abril de 2011

“Fortaleceos en el Señor y en el Poder de su fuerza” Efesios 6:10

La gran mayoría de gente piensa que los feriados son días en los que debes ir de paseo, relajarte y sencillamente dedicarte a pasarla bien por todo lo duro que has trabajado hasta esta primera parte del año. Después de todo, a nadie le cae a mal unos cuantos días lejos de la rutina agotadora en la que se puede convertir tu empleo. Yo no fui una excepción, me dediqué a relajarme, tanto, que pasé por alto muchas cosas importantes, como el hecho de que estaba en el desierto.

lunes, 28 de febrero de 2011

Aunque la higuera no florezca...

Cuando una persona se convierte, la primera temporada que experimenta es la mejor del mundo: La tan bonita luna de miel! Es como cuando vienes del campamento y prometes nunca más hacer las cosas a las que estabas acostumbrado y que hacían daño a tu comunión con Dios. Sin embargo, con el paso de los meses y años vas entrando de nuevo en ese mundo que ni tu mismo te esforzaste en evitar. Vienen las angustias, y con ello, Satanás se manifiesta alegrándose en tu desdicha. Que te queda? Quejarte? Llorar y maldecir el momento en que le diste cabida al enemigo? Deprimirte? En lugar de todo ello deberíamos recordar que SIEMPRE, sin importar lo que suceda, debemos gozarnos en Jehová por que Él es nuestra fortaleza.

sábado, 8 de enero de 2011

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huira de vosotros” Stg. 4:7

Cada vez que un año termina, la gente hace un balance de cómo le fue, que cosas le faltaron, como puede mejorar y así es como se plantean todas sus metas para el año siguiente. Pero, nunca te ha pasado, que cada vez que intentas poner algo en tu corazón y empezar siempre hay algo que te distrae y ya no lo haces? Bueno, eso me paso a mí y mucho estos dos últimos meses del año y tengo una respuesta para eso: nuestro adversario de siempre, buscando devorarme.

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