"No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino."
Lucas 12:32
Mi oferta de hoy es esta: te vendo un ipod, un celu con mp3 y un dvd a sólo un sol ¿Aceptas? Me imagino que sí... incluso hasta estarías eternamente agradecido y muy feliz por recibir una oferta así. Pero, si luego que recibiste todo eso ves que a otra persona le regalo las mismas cosas que por un sol te vendí a ti, ¿Te enojarías? No tendría sentido... Si era imposible que consiguieras ese precio en otro lugar... es mucho más de lo que esperabas.
La salvación es algo parecido, aunque también es mucho más de lo que puedes esperar no puedes comprarla... Dios te da ese enorme regalo, el que no puedes conseguir en ningún otro lugar a ningún precio.
En Mateo 20:1-16 podemos encontrar la parábola que grafica la forma en la que el dueño del terreno (Jesús) llama a sus trabajadores (hijos) a su viña (reino), el inicia el llamado, les promete un salario (el cual cumple) y además sigue llamando a los trabajadores a su viña .
El sigue llamando a las personas para que entren a su Reino, te puede llamar ahora; como lo puede hacer un instante antes de tu muerte. Lo importante es que estés listo para aceptar su llamado y sobre todo trabajar para Él, como respuesta a la enorme oportunidad que ya te dio adémas no debes fijarte en el tiempo que trabajas para él, la vida eterna no se consigue con obras, no importa cuánto o lo bien que trabajemos en el Reino, la salvación es para todo aquel que cree en Dios y que trabaja en su viña, el tiempo no importa y no debemos envidiar a otros hermanos sino "concentrarnos" en nuestro trabajo, pues un lugar en el Reino no es algo que se gane, es dado por Dios sin importar el tiempo de estancia en la viña. El Reino incluirá a todo aquel que haya reconocido su pecado y haya aceptado el llamado de Cristo no importa que eras antes: maestro, publicano o ladrón...
“(en Cristo) ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.
Gálatas 3:28
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