3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
3:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
3:27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Romanos 3:23-27
Este pasaje muestra lo que realmente significa decir “Dios te ama”. No necesitas ser grande, no necesitas ser listo, no necesitas ser elocuente, no necesitas ser exitoso, no necesitas ser famoso, DIOS TE AMA, y eso es suficiente…
Por cuanto TODOS pecaron, absolutamente no hay diferencia entre los mejores y los peores, en el hecho de que “todos pecaron,” y así están bajo la ira de Dios y están destituidos de la gloria de Dios—esto es “no han merecido su aprobación”
Siendo justificados gratuitamente por su gracia (sin hacer nada de nuestra parte para merecerlo) por la redención que es en Cristo Jesús. Una frase importantísima, que nos enseña que aunque la justificación es gratuita, se basa en una “redención,” es decir, “en el pago de un rescate,” en la muerte de Cristo
… para que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. “El que sea justo al castigar,” y “misericordioso al perdonar,” el hombre lo puede entender; pero que Dios sea “justo al justificar a los culpables,” esto les sorprende. Pero la propiciación por la fe en la sangre de Cristo responde todo cuestionamiento. Porque por cuanto “Dios ha hecho pecado por nosotros a aquel que no conoció pecado,” la justicia goza de plena satisfacción; y por cuanto nosotros “somos hechos justicia de Dios en él,” la misericordia alcanza el más alto deleite de su corazón!
¿Dónde pues está la jactancia? Es excluida… Es la tendencia inevitable caer en jactancia cuando dependemos de nuestras propias obras, en menor o en mayor grado, para nuestra aceptación ante Dios. Esto pues declara como mentira toda forma de “justificación por las obras”.
Es libre gracia, pura misericordia; nada hay en nosotros que merezca tales favores. Nos llega gratuitamente, PERO CRISTO LA COMPRÓ Y PAGÓ EL PRECIO. La fe tiene consideración especial por la sangre de Cristo, como la que hizo la expiación.
Dios declara su justicia en todo esto. Queda claro que odia el pecado, CUANDO NADA INFERIOR A LA SANGRE DE CRISTO HACE SATISFACCIÓN POR EL PECADO. Cobrar la deuda al pecador no estaría en conformidad con su justicia, puesto que el Fiador la pagó y Él aceptó ese pago a toda satisfacción.
El mayor acto de fe es mirarme en el espejo de la palabra de Dios y ver todas mis fallas, todos mis pecados, todas mis deficiencias, y CREER QUE DIOS ME AMA exactamente como Él dice que me ama.
Dios te ama, tiene un propósito para tu vida, no es que seas famoso o que seas importante, es que seas su HIJO… por eso nos ama, porque somos impuros, pecadores y aun así nos da la forma, la única forma en que podamos volver a Él, la fe en Jesucristo.
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