lunes, 25 de junio de 2007

Crónica de una Victoria Inesperada


En un principio como una expresión de la confraternidad de nuestras Iglesias Bautistas se viene organizando desde hace mucho tiempo un campeonato de fulbito entre las Iglesias Evangélicas de Trujillo, en el que se invita a participar a otras denominaciones.
Este campeonato es una excelente forma de promover el compañerismo entre hermanos de diferentes iglesias que tal vez no podemos vernos entre semana pero que sábado a sábado, con la excusa de alentar a nuestras respectivas Iglesias, podíamos encontrarnos y conversar un poco, además de que es una oportunidad de dar testimonio en el deporte.

Cuando se jugaban las primeras fechas invité a dos amigos de mi universidad a ver el partido y nunca me voy a olvidar lo que me dijo uno de ellos: “Oe primera vez que veo un partido en el que no se insultan ni se dicen malas palabras” jaja,sin embargo no necesitamos de eso para pasar un buen momento y disfrutar de un poco de buen fútbol. Esa tarde la iglesia Horeb perdió, pero luego se recuperó y ganó todos sus partidos hasta llegar a la final, cuando nadie se lo esperaba, ahora les presento un resumen de lo que sucedió el día de la final:

La tarde del 23 de mayo estaba fría pero dentro de la cancha el frío era lo que menos se sentía… el arquero y capitán del equipo se preparaba para cuidar su portería como lo hizo a lo largo del campeonato… por otro lado los demás jugadores hacían ejercicios de estiramiento y la delantera de peso aguardaba el inicio del partido tranquilos, sin hacer ningún esfuerzo físico no vaya a ser que a los cinco minutos de iniciado estén pidiendo su cambio.

La barra llegó a la hora pactada, un puñado de niñas y damas acompañados de tal vez su arma más eficaz: Pável… quien gritaba por todas ellas y estaba listo a que le dedicaran otro gol, jaja.


El árbitro da por iniciado el partido y el equipo de Getsemaní que vestía camiseta roja y blanca arranca con todo dispuesto a vulnerar el arco de “Pechito” pero la defensa y el arquero se lucieron y no había forma de penetrarla. Después de una incesante presión por parto de los de rojo y el blanco, Horeb (con camisetas azules) se sacude de todo eso e intenta algunos ataques iniciados por las escapadas de Guido y unas piruetas del defensa-centro campista -delantero LEO. Entre las barridas de Jonatan y Willy el show de Leonidas y Josué y los ataques de Jonzi y Guido terminó el partido con un 0-0 que reflejaba lo sucedido en el campo: ninguno de los dos merecía perder.

La charla antes del tiempo suplementario estaba a cargo del DT el hermano José Santos quien indicaba a sus pupilos cómo debían afrontar los últimos diez minutos. El equipo entró a la cancha decidido a ganar el partido pero la vasta experiencia del equipo contrario y tal vez los nervios por jugar su primera final por parte de los jugadores de Horeb terminaron por inclinar la balanza hacia el lado de Getsemaní que con una escapada de su lateral logró centrar la pelota al área y el delantero rojiblanco introdujo el balón el arco de Pechito.

Tras ese gol el equipo azul salió con todo en busca del empate descuidando un poco su defensa lo que terminó en dos contra golpes que dejaron el marcador con 3-0 que no es la diferencia que se vio el sábado en las canchas del complejo mansiche, donde Getsemaní ganó con justicia y buena demostración de fútbol de equipo pero los muchachos de Horeb salieron de la cancha con la frente en alto pues dieron lo mejor de sí mismos y llegaron hasta la final cuando nadie lo esperaba.

Mi “Crónica de una Victoria Inesperada” lleva ese título porque estos muchachos demostraron que pueden dar muchas sorpresas pues quedaron en 2º lugar de un campeonato donde participaron 20 equipos, tienen al arquero menos batido Khriz “Pechito” Muñoz y al goleador del campeonato Guido Sánchez.



El próximo año la Iglesia Bautista Central será el organizador del campeonato que probablemente se realizará entre febrero y marzo, así que ahí nos veremos todos otra vez.

Felicitaciones muchachos lo hicieron muy bien y, como dijo Jonzi, “el próximo año de hecho”, y sobre todo como dijo el pastor Cabanillas: “el mayor vencedor es el que se vence a sí mismo.” Y en eso dieron muestra de ser los mejores vencedores. Reciban el saludo de todos sus hermanos y en especial de este redactor que se siente orgulloso de todos ustedes.
















2 comentarios:

Cesia dijo...

buuuuuuuu muchachos!! ya me entere de la perdida del equipo pero me siento muy feliz q uds se hayan esforzado muxisisisisisisimo!! de hecho si ps el prox año LA HACEN!! y yo me unire a la barra brava!! pa q ganen con esmero....Dios los bendiga a todos chicos!

Pável Jáuregui dijo...

Pero ganamos en barra

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