lunes, 16 de julio de 2007

La iglesia y yo: ¿Dentro o fuera?




La iglesia cristiana no trata acerca de una agrupación de personas con buenos modales. Hay ateos que tienen mejores modales que varios cristianos que conozco. No trata acerca de ser buena gente. Por lo general los ateos son buenas personas, buenos ciudadanos y buenos padres de familia. No trata acerca de costumbres, ya que la tradición religiosa es un cascarón vacío que no aporta nada a la vida espiritual.

No son los buenos los que van al cielo, ni los religiosos, ni los inteligentes, ni los que dieron más diezmos... sino los redimidos...

La experiencia genuina de la salvación, el nuevo nacimiento, la redención, es al fin y al cabo, la marca que separa el camino ancho del angosto.


“Cantaré a ti, Jehová;
pues aunque te enojaste contra mí,
tu indignación se apartó
y me has consolado.
He aquí, Dios es mi salvación;
me aseguraré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es Jah,
Jehová,
Quien ha sido salvación para mí”

Isaías 12: 1,2


Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta


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