sábado, 20 de octubre de 2007

Donde no hay direccion sabia caera el pueblo. Mas en la multitud de consejeros hay seguridad Prov. 11:14



Es increíble lo útil que pueden ser unas palabras de aliento o consejo de parte de las personas mayores. Aquí solo me queda afirmar lo sabias que son y lo dispuestas que están a instruir a los mas jóvenes carentes de experiencia en absoluto.
Una tarde decidí visitar a mi mamá en su trabajo, sin saber que ese mismo día era el cumpleaños de su jefa. Por tal motivo, iba a salir temprano porque tenía una reunión con las damas de la iglesia. ¡Iban a celebrar con la cumpleañera! Estaba decidida a irme pero me invitaron. No sé que sucedió en ese momento pero acepté. No estaba convencida del todo ya que para mi estar con “viejas” era muy aburrido. Pero igual fui, sin saber todo lo que me esperaba.

Bueno, llegamos al lugar del encuentro y saludé a todas las hermanas una por una. A medida que pasaba por sus asientos sentí algo jamás percibido: “Un profundo amor y preocupación por mí”. Pues cada una de ellas me procuraba de los mejores y más variados consejos, sabían que algo me sucedía pero jamás se atrevieron a preguntarme por temor a sonar muy aburridas con un “sermón de viejas”. Fue por ello que aprovecharon tal situación para cambiar por completo mi perspectiva acerca de ellas. Hasta la hermana que me caía peor me abrazó con tanto cariño y me dijo: “Te quiero mucho linda muchachita”. Lo hizo mostrando tanto amor que hice muchos esfuerzos para no dejar caer las lágrimas. En fin, durante nuestra tertulia, todas ellas contaban historias súper interesantes y útiles para mi vida; todas, llenas de consejos y dispuestas a ayudar a la “joven inexperta”.


Gracias Señor por abrir mis ojos y haber puesto en mi camino a personas tan sabias. Gracias también porque me permitiste tener comunión con ellas y darme cuenta lo valiosas que son. No sólo por ser hijas tuyas sino por velar por los más jóvenes también. Lo único que deseo en este día es que me perdones por haber puesto tantos prejuicios ante personas que me aman en verdad. Ahora las valoro más que nunca y ojala más jóvenes tuvieran la oportunidad que yo tuve.



1 comentario:

Pável Jáuregui dijo...

Eso significa que estás madurando mucho como cristiana, ha muchos les cuesta entender que en Cristo todos somos uno, me alegro muchísimo por ti.

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