Ésta es una verdad irrefutable pues no cabe la menor duda que el Señor forma equipos perfectos para su gloria. Siempre pone en unos lo que le falta a otros para así ser todos un mejor cuerpo en Cristo y podamos servirle mejor cada día.
Me di cuenta de esto justo ayer por la tarde, mientras estaba haciendo un pequeño estudio con una amiga. Yo estaba muy nerviosa porque horas después tenía que hacer una presentación en Power Point. Uno de mis amigos me decía: “Julie, los nervios nunca se van sólo debes acostumbrarte a ellos”. Bueno ya al final del estudio vi 1 Ped. 4:10 y le di toda la razón, claro que horas después.
“…Terminó tu presentación y todo salió bien. No se te notaron los nervios. Aunque tu digas que no te gusta esto, tienes un gran don…” Fue exactamente aquello lo que me hizo pensar que tiene razón. Dios planeó todo de antemano: El Cultural, la pre, la UNT para estudiar Idiomas, todo. Es ahora que me doy cuenta que poco a poco él me preparó para este momento, para servirle mejor y es lo que amo hacer: Comunicarme con las personas, conversar y tratar de transmitirles algo.
Cuando era adolescente odiaba a los niños y miren ahora mi vida: “Soy profesora de inglés en un jardín y apoyo en escuelas bíblicas.” En otras palabras, vivo rodeada de niños y los aprecio mucho. Pues este tipo de servicio me ha permitido trabajar mi paciencia y aprender más para la gloria del Señor. Pues ahora que ya termino mi carrera lo que más quiero es retribuirle a Cristo todo lo maravilloso que ha sido conmigo por medio del servicio a él. Sé que él me lo dará porque es el único capaz de “conceder las peticiones de tu corazón”.
No pretendo en este día ponerme de ejemplo para nadie (aunque bíblicamente no habría nada de malo en ello) sólo quiero que mediten en algo: ¿Están usando algunos de sus dones para el Señor? Reflexionen en ello y hallarán su respuesta.
Imagen: paho.org
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