Mirar al futuro es una parte esencial en la vida de un cristiano. Sin embargo dista mucho del simple mirar de aquellos que no conocen a Dios. No se trata del afanarse por el día de mañana, ni del simple modo de asegurar el bienestar terrenal. En el cristiano, el mirar al futuro, es mantener viva y consciente la esperanza de encontrarnos final y plenamente con nuestro Señor.
¿Cómo mirar hacia el futuro?
En el sermón de esta mañana, el pastor compartió con nosotros un pasaje que nos enseña cómo vivir en la esperanza del retorno de Cristo. El pasaje está en 2 Pedro 3: 18*y en él se enfatizan dos aspectos fundamentales de cómo se vive mirando al futuro:
(1) Creciendo en la gracia; y
(2) Creciendo en el conocimiento del Señor y Salvador nuestro: Jesucristo.
Muchas personas pretenden vivir un cristianismo sin obediencia creciente a Jesús, sencillamente no conocen su señorío; muchas otras, pretenden vivir un cristianismo autosuficiente, y por lo tanto no conocen la riqueza de consuelo, recursos y poder que vienen de Él, por lo que caminan ignorantes de su salvación.
Resulta válida y pertinente, entonces, la reflexión sobre nuestro propio caminar, ¿estaremos realmente mirando al futuro? o estaremos con los ojos puestos en lo terrenal.
* El contexto inmediato es 2 Pedro 3: 7 - 18
No hay comentarios:
Publicar un comentario