JEHOVA DIO Y JEHOVA QUITO; SEA EL NOMBRE DE JEHOVA BENDITO (Job 1:21b)

En verdad no recuerdo cuando fue la última vez que escribi aquí. Creo que fue para Año Nuevo. Recuerdo también que una de las cosas que pedí fue ser como David y creo sencillamente de que el Señor está trabajando en ello. Siempre estuve convencida de que el 2009 traía consigo muchos cambios para mi pero jamás imaginé que aquellos iban a ser en cuanto a mi carácter. Ahora, en cuanto a toda prueba se refiere lo único que puedo decir es: "A pesar de todo, yo aún te amo Señor".

Últimamente he optado por no contarle nada a nadie acerca de como me está yendo en lo que va de este año porque cada vez que lo hago, lo único que hacen es recordarme la mala suerte que tengo. Yo no cero en mala suerte pero sí en las pruebas y obstáculos que te puede poner Satanás para frustrar tus planes y tu sueños. Todas las artimañas habidas y por haber se pueden esperar de ese ser malvado que lo único que quiere es desviar nuestra atención de Cristo. Sin embargo, puedo decir que por un momento casi lo logra, pero en ese instante, lo que mejor pude hacer fue cerrar mis ojos, orar a Jehová, decirle: "Señor, líbrame pronto por favor. No pecaré con mis labios ni quiero hacerlo con mi mente". Para que ustedes mismos juzguen, aqui van los acontecimientos sucedidos en mi vida hasta el día de hoy:

- No es la primera vez que me siento como Job de la Biblia ya que en un sólo día me robaron mi billetera con todos mis documentos, el dinero que tenía, se malogró mi locker en el trabajo y me quedé sin lugar. En la noche como para cerrar con broche de oro, se quemó mi computadora y como me habían robado mi dinero no podía repararla hasta el fin de mes. Sola, sin nadie a quien contarle, pensé en sumergirme en la depresión. Gracias a Dios, no lo hice, en lugar de ello sólo dije: "Yo aún te serviré Señor".

- A principios de Febrero, me puse mal con "según yo" el estómago. Gasté mucho dinero, (del poco que gané) en el doctor y mis análisis. A pesar de lo que tenía, tuve que obligar a alguien a que me reemplazara en el trabajo, aunquesea en dos turnos. Ya al tercero asistí pero estuve tan pálida que todos mis alumnos se dieron cuenta al final. Bajé de peso, estaba demacrada y cansada hasta que finalmente detectaron que era mi vesícula lo que no estaba bien. Me preocupé un poco, pero mamá me recordó: "Dios tiene al mundo entero en sus manos y a tí también". lo único que pude decir fue: "Yo aún te amo y te serviré Señor".

- Este mes, tenía dentro de mis planes estudiar un curso de especialización para dar un examen internacional. Lo estaba planeando desde Enero. Había pedido permiso en mi trabajo y todo salió bien pero cuando Marzo llegó, todo cambió. Mi jefe (el cual me di cuenta que no es una persona seria) me cerró las puertas y la posibilidad de estudiar algo más. Pues eso sucedió hoy, me sentí tan frustrada que sólo quería llorar. Lo peor es que nisiquiera podía hacerlo porque tenía que trabajar y mis alumnos no me podían ver así. Y justo ayer, estaba tan mal anímicamente igual que hoy, a punto de descontrolarme por algo que pasó en la mañana y casi no pude tolerar. Ayer alguien que me vió así me dijo: "Toma aire, relájate un momento y ora al Señor". Igual que ayer me sentí hoy, pero lo que fue diferente es que hoy si me tomé un tiempo para respirar aire fresco por unos 15m., analizar todo lo que está pasando en mi vida, el propósito de Dios después de esto y lo único que pude decir es: "Señor líbrame pronto. Yo aún te amo y te serviré".

¡Saben qué? Yo aún sigo sintiendome un poco triste pero a pesar de todo y gracias a Dios puedo sentir que la manera en que asimilo los problemas ahora es diferente. Y aunque no completamente pero por lo menos un poco, entiendo los planes del Señor para mí: "Servirle a pesar de todo". No tengo la menor idea de lo que este mes traiga para mi. Con todos los problemas que tengo en el trabajo, con suerte no me despedirán. De lo único que estoy segura es que: "Yo te amo mi Cristo y te serviré".

Padre Santo, tengo tanto miedo y tu me enseñaste a no tenerlo. Me aterra indagar acerca de lo que me sucederá, pero sé que a pesar de todo lo que pueda pasar, tu mano poderosa me sostendrá en todo momento. Ayudame a ya no vivir yo, sino que tú vivas en mi. Haz que muera toda ira y quebrantamiento, hazme sentir cada día más protegida por tí y dame un poquito de tu sabiduría para saber como proceder de aquí en adelante. Sabes muy bien que yo anhelo servirte.