Cuando llega el fin de año, todos comienzan a hacer promesas, ver como fue su vida antes, analizarse por completo. Algunos deciden cambiar y otros solo quieren que las cosas se mantengan como están. Yo sólo pido tener el valor que tuvo David para derrotar al gigante.
Ayer tuve una reunión de cordinación con una amiga para planear las clases de los niños del campamento pero me faltaba terminar la última clase, la cual me supo enseñar mucho: "David y Goliat".
Yo la menor de mi familia, la considerada NERD o FREAK, la que sólo serviría para "cuidar ovejas" (como David), siempre pedí ser grande, que pasaran los años y poder demostrar que no era cualquier cosa, que yo también podía resaltar por mis abilidades. Sin embargo, terminé la secundaria y no sabía que hacer, seguí una carrera sin saber porque. Una vez que estuve en la universidad, quize salir a como dé lugar. Ahí todo fue cambiando. Pero no en lo de terminar mis estudios, sino en mi manera de ver las cosas.
Una vez un amigo habló de las personas sanguíneas y yo me identifiqué mucho como una: es aquella persona cuyo estado anímico es constante y un tanto colérico (Dios aún sigue trabajando muchas áreas en mi). En fin, así llegue a los 23 y en este año terminé mi carrera, me titulé, empezé a trabajar llegó lo más díficil que creo haya pasado. Decidir por mi futuro. Es mentira eso de que tu futuro está en elegir tu carrera. El problema llega cuando la terminas y te encuentras con un mundo distinto al que pensabas en secundaria. LLega el momento de tomar decisiones importantísimas en tu vida: lo que harás de aquí en adelante afectará todo tu mundo. Se podría decir que ése es mi gigante.
Muchas veces este año me he sentido tan fustrada porque siento que el tiempo se me acaba y debo tomar una decisión ya: Servir al Señor o trabajar como todo el mundo y desarrollarme profesionalmente. Cada persona tiene sueños que quisiera cumplir a corto y mediano plazo pero a veces todo se trunca por diversos motivos: dinero, opinión de familia, etc. Aunque para mí todo tiene que ver con una sola cosa: "La voluntad de Dios para nuestras vidas". El hecho de poder vencer a todas esas ideas de fracazo que cruzan por nuestras mentes cuando nos trazamos una meta, es muy difícil a esta edad (aunque no lo crean). Ese pensar que no podremos hacerlo porque las olas son muy altas o porque el gigante nos reta todo el tiempo burlandose de nuestra incertidumbre. Aquel gigante, Satanás, siempre va a estar ahí luchando contra nosotros (ya todos sabemos que nuestra pelea es espiritual). La diferencia es que "él vendrá a nosotros con espada y lanza pero nosotros venimos en el nombre de Jehová de los ejércitos a quién él ha provocado...y sabrá toda la congregación que Jehová no salva con espada y con lanza pórque de Jehová es la batalla" 1 Sam. 17:45, 47.
Igual, como humanos nos desesperamos y hasta podemos desalentarnos. Lo único que sé es que nada está dicho aún. "Dios siempre tiene la última palabra y no importa que tan insignifcantes seamos para los demás, Dios, con su poder, siempre va a poder hacernos grandes y sobrenaturales para enfrentar todo lo malo que se nos presente y podamos eliminarlo con tan solo un piedrecita (como David), pero con ella lograr resultados maravillosos. Es que así trabaja Dios, no trabaja con lo que parece magnífico sino con lo pequeño para que todos se maravillen y puedan ver su inmenso poder. Lo hizo conmigo, ¿Dejarás que lo haga contigo también? Una última recomendación, sugétate de Dios con garras y dientes y ÉL promete hacer lo mismo contigo. ¡QUE TENGAN UN FELIZ AÑO 2009!
P. D: Les recomiendo mucho la canción Voice of truth de Casting Crowns (me ha ayudado mucho en estos momentos)
