Si hacemos un balance de lo que fue este año y analizamos las cosas punto por punto para ver que nos trajo el 2007 sólo podré decir “si Dios con nosotros quien contra nosotros?”
Porque si Cristo nos conoció desde el vientre de mamá y nos condujo por sus caminos desde pequeños hasta donde estamos ahora, es por su infinita misericordia y amor sin par. No importa las cosas que pasemos, yo, comprobé que él “…Me librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas me cubrirá y debajo de sus alas estaré segura. Jamás temeré del terror nocturno ni saeta que vuele de día.” Sl. 913-5
Dios siempre va a estar ahí y me lo demostró este año mas que nunca. Cristo me ha dado las lecciones más importantes de mi vida y creo que el 2007 ha sido crucial porque si no fuese por todas las pruebas que me ha puesto jamás estaría diciéndoles esto: “Nada fue un error” como lo dice la canción. Nada fue un error!! Pues creo que en la vida del creyente, todo es planeado minuciosamente por la mano de nuestro Creador. Por ejemplo, en mi vida, cada una de las cosas: mi mamá, mi educación, mi carácter, mis amigos, mi iglesia, los viajes misioneros, mi vocación; todo lo planeó perfectamente para yo que le pueda dar mi juventud.
Si en algún momento me lo pregunté o tan sólo lo anhelé en mi corazón. Aquí está mi respuesta. “Habla mi Dios que tu sierva escucha”. No hay nada mejor que darle tus “anos mozos” a Cristo. Claro que no sólo ello sino toda una vida. “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Romanos” 14: 8-9
“…Ni que sea perfecta; sino que prosigo, ....No pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás,…, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Fil 3:12-14
Esta es una exhortación para abrazar a Cristo con devoción desde la juventud. “No temas ni desmayes porque Dios estará contigo donde quiera que vayas” Js. 1:9. Así como se lo dijo a Josué nos lo dice a nosotros también. ¡Dios quiere ser nuestro todo! ¡Gracias por ser así, Señor! Seamos pues capaces de estimar todas nuestras cosas como perdida por causa de Cristo. Devolvámosle todo lo que ha hecho por nosotros. Es lo mínimo que podemos hacer. Si nos lo proponemos jamás vendrá el arrepentimiento.
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