domingo, 17 de agosto de 2008

Autoridad o Poder




Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
Hechos 1: 6 – 9


Los discípulos estaban interesados en recibir poder. Con la restauración del reino de Israel esperaban obtener cargos de dignidad y autoridad, para de ese modo mostrarse poderosos. Del mismo modo muchos en la iglesia están esperando un momento que les de el poder que piensan necesitar, dicen cuando tengamos más miembros tendremos el poder; cuando tengamos más dinero tendremos el poder; cuando tengamos más influencia política, tendremos el poder.
Jesús aclara sus ideas de dos modos: (1) Es Dios quien dispone hacer las cosas de acuerdo a sus planes, no nos toca a nosotros interferir o acelerar su plan. (2) No es el poder terrenal o humano el que Dios dará a su pueblo, sino el Poder que fluye por la comunión a través de su Santo Espíritu.
No recibimos poder de la gente, no recibimos poder del dinero, no recibimos poder de nuestra capacidad; si hemos de ser capaces de vivir de acuerdo a nuestro llamado, debemos entender que recibimos el poder cuando vino sobre nosotros el Espíritu Santo.








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